La música tiene en nosotros un efecto maravilloso, es canalizadora por excelencia de emociones y sentimientos, siempre he pensado que debo a mis padres (sobre todo a mami) el amor por la música romántica. Llegas a visitarlos y desde la calle siempre te llegaran acordes suaves, ahí es cuando me transporto a mi niñez y siento que llegue a casa.
Hoy día podría sentarme con ellos y oír esas canciones tan bellas que te llegan hasta lo mas profundo del alma; las de desamor que te inmovilizan o la pasión que te hace vibrar.
Entre mis canciones favoritas están: Somos novios de Armando Manzanero, Amnesia cantada por José José, Reloj de Roberto Cantoral y cantada por Los Panchos o por Luis Miguel; me encanta Cristian Castro y esa voz de ensueño, adoro a Danny Rivera y mataría por tener la voz de Rocío Durcal, sobre todo cuando interpreta a Juan Gabriel a ritmo de mariachis.
Recuerdo también a mi abuela cuando me cantaba La Violetera de Sarita Montiel con esa voz tipo opera que de niña me parecía desfasada y molesta pero se que algún día, cuando ella me falte, extrañare inmensamente. Lo mismo pasara cuando me falte mi madre y oiga El cigarrillo o cuando le falte a mis hijas y oigan una de las canciones de Grease.
Pero este preámbulo no es mas que para hablar sobre las formas en que la música nos conecta con los hijos, este tema conduce a otros temas, esta conversación a otras y cuando te das cuenta están haciéndote un recuento de su día, de sus cosas, de sus gustos, de sus amores. Es por eso que aprendí a amar su música, es por ello que espere de pie, por horas, a Arcángel, a Bruno Mars y a Romeo; es solo por eso que oigo a Messiah, Don Miguelo, JBalwin, Wisin y Yandel; es por eso que en los viajes largos oímos un poco de todo y a ellas también les gusta Mana, Madonna, Cindy Louper; aman a Bon Jovi, saben que mi crush es con Krisspy, que me emociono en la escena final de Dirty Dancing y que una de mis canciones favoritas en Inocente Pobre Amiga de Lupita Dalessio.
Nunca, nunca, nunca osaría decirles que su música es mala, fea, vulgar: Nunca, nunca, nunca denigraría sus gustos aun cuando sea algo tan desagradable como El sonido de la lata o el Yompeo. Piezas dignas de que te de un dolor de ciática incontrolable.
La música los une a sus hijos, úsenla como herramienta para luego poner un tema serio mientras van a la iglesia, a cenar, de paseo; úsenlas para hablar de promiscuidad, de drogas, de como deben cuidarse. No los insulten irrespetando lo que son, nuestros tiempos eran mejores? nada como la música de los 80s y los merengues de antes? Deje la nostalgia a un lado o mejor aun, enriquézcanse mutuamente con diferentes repertorios, que no solo sean las bachatas de Juan Luis Guerra sino también las del Añoñito, de Luis Vargas y del glorioso Anthony Santos, que haya variedad, eso habla de respeto mutuo, de amor incondicional. Un día ellos también lo harán con sus hijos y se transmitirá generación por generación.
"Tu cuerpo me hace bien, nunca me hace mal, me hace respirar, muy hondo, profundo..." Arcángel.
No todo es vulgar, así que, ama tu caos.
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