jueves, 25 de junio de 2015


Imagino que los pastores de las iglesias son seres tocados y provistos de un manto especial de paciencia, imagino que saben la responsabilidad que tienen para con sus feligreses y que un consejo que den puede cambiar, por lo menos, una vida, para bien o para mal. Son personas que por su sola situación se supone que lo que digan es casi ley para quienes los siguen.
 
La señora le explicaba muy desesperada su situación a la psicóloga, esta ultima es cabeza de una congregación y la escuchaba atentamente.
- mi situación es desesperante, mi esposo me golpea, es un animal, me grita y cuando esta ofendiéndome llama a Satanás para meterlo en mi casa. Yo como hija de Dios lo reprendo y solo clamo a mi Señor para que lo sane y le saque los malos espíritus de su mente. Esta mañana fue el colmo, no le serví el desayuno como siempre hago, entro a la casa y cuando no lo vio en la mesa monto en cólera, me golpeo salvajemente invocando el demonio. No supe que hacer, solo oraba y oraba, estaba como poseído.
 
La psicóloga le dice que eso esta muy bien, que siguiera orando y pidiendo por esa alma perdida pero que estaba muy mal que no cumpliera su deber de esposa el cual no debe abandonar NUNCA, en algún lado dice que hay que ser mujer dispuesta, sumisa y la ayuda idónea para su atribulado marido.
- prepárele su desayuno como todos los días, Dios hará su obra.
 
Esa fue su magistral conclusión .
 
Ese es el momento en que yo freno, caigo de bruces y se oye un PLOP invertido... claro que Dios hará su obra, que le haga efecto el 3 pasitos bien rápido.
 
Quiero estudiar psicología, me encantaría ser coach, mis experiencias y mi testimonio pudiera ayudar a muchas personas, pero necesito aprender sobre como ver las cosas de lejos y no apasionarme con algunas situaciones.
 
Mi hermana me lo dijo muy claro.
 
 - ante un caso así tu le entras a galletas al individuo y luego a ella.
 
Nada mas cierto.
 
Ser fanático religioso es, como en todos los extremos, algo por lo que se han perdido muchas vidas, sigo buscando un lugar donde congregarme, que tengan un Dios parecido al mío. Tal vez ande por la vida equivocada por siempre pero este Dios que te pide sumisión no es para nada el mío.
 
Señora psicóloga, la doñita probablemente quería oírla decir: - Póngase para usted, busque un trabajo, vaya a un centro de uñas, compre una extensiones, inscríbase en un club de estos de moda para los 10K, no le haga desayuno ni comida ni nada, deje la rezadera y de paso a esa bestia, créame que el Señor de las Tinieblas que no es ningún pendejo, si se mete en su casa saldrá desgaritado con tanta locura y lo dejara solo, haga usted lo mismo que Dios no le aguanta vainas a nadie.
 
Esa fue mi magistral conclusión
 
 

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